Sembrando valores y respeto por la naturaleza

07.05.2011 11:12

Por Evelyn Pallotta

A pesar de que todos vemos grupos scouts desplegados trabajando divertidamente en sus comunidades y ayudando en causas nobles  a lo largo y ancho de nuestro territorio, poco se habla de la filosofía que los rige y agrupa cohesionadamente, no sólo aquí  en nuestro país, sino en todas las partes del mundo.

El escultismo, filosofía y movimiento educativo que los rige, es una filosofía de vida; en ella, haciendo se enseña el respeto por la naturaleza, la tolerancia, el conocimiento y defensa de los derechos humanos como expresión de la dignidad del individuo, la amplitud, la capacidad de cambiar para ser cada vez mejores, el comportamiento ético, la capacidad de cuestionamiento, la identificación con sus raíces, la igualdad, el compañerismo, la actividad física y la capacidad humana para superar las adversidades e incomodidades con el propósito de desarrollar al máximo las potencialidades de los individuos para el beneficio de la comunidad. 

El grupo scout constituye el núcleo central de la acción educativa del escultismo. De esta manera, en  la constitución mundial del movimiento se establece que “el propósito del Movimiento Scout es contribuir al desarrollo pleno de las capacidades de los jóvenes, ayudándoles a desarrollarse en sus dimensiones físicas, intelectuales, sociales y espirituales, como personas, como ciudadanos responsables y como miembros de sus comunidades locales, nacionales e internacionales”.

Método Scout

El método scout es un sistema de auto educación progresiva, complementario a la educación recibida de la familia y a la recibida en la escuela, que se desarrolla a partir de la interacción de varios elementos, entre los cuales se destaca la educación en valores, activa, en pequeños grupos a través de programas sucesivos y participativos. Los valores se encuentran expresados en una ley y una promesa a la cual se adhieren los participantes voluntariamente.

Hoy día el movimiento scout se encuentra presente en 200 países y constituye la mayor organización juvenil voluntaria del mundo. Su formación es completamente dinámica, al aire libre y en contacto con la naturaleza, aprenden jugando y por medio del servicio, se organizan en grupos pequeños denominados patrullas, a través de las cuales progresivamente adquieren responsabilidades que les permiten a los integrantes desarrollar habilidades, competencias, independencia, confianza en sí mismos, sentido de servicio, de solidaridad y de cooperación basados en un compromiso con el bien común, la vida, la paz, la justicia, la libertad y la fe.

 

Valores: ley y promesa scout

Esta ley establece que el scout cifra su honor en ser digno de confianza; leal; útil a los demás sin esperar recompensa; amigo de todos y hermano de cualquier scout sin distingo de raza, credo o clase social; cortés; ve en la naturaleza la obra de Dios y la respeta protegiendo a los animales y a las plantas; obedece y no hace nada a medias; sonríe y canta ante sus dificultades; trabajador y cuidadoso del bien ajeno; limpio; sano y puro en pensamiento, palabra y acción.

Por su parte, la promesa scout reza: por mi honor prometo hacer cuanto de mí dependa para cumplir mis deberes para con Dios y la Patria; ayudar al prójimo en toda circunstancia; y cumplir fielmente la ley scout.

Complementando la ley y promesa scout se encuentran su divisa “siempre listos”; sus virtudes lealtad, abnegación y pureza; sus principios “el scout se honra en su fe y le somete su vida, es hijo de su patria y buen ciudadano, y su deber comienza en su casa; y su emblema que es la flor de lis, que en los mapas antiguos designaba el norte y sus tres pétalos recuerdan los deberes para con Dios, la Patria y el hogar.

 

Origen y establecimiento en Venezuela

El escultismo fue fundado en 1907 por el inglés Baden Powell, conocido como BP. Comenzó con agrupaciones de muchachos y, posteriormente, desde 1909 se incorporó la participación femenina. Las ideas sobre el escultismo las expresó BP en un libro de su autoría titulado Escultismo para muchachos.

En Venezuela, la referencia del inicio del escultismo se tiene en la ciudad de Maracaibo (1913), siendo el Sr. Ramón Ocando Pérez quien organizó unas patrullas. Posteriormente, entre 1914 y 1917, conjuntamente con el inglés  Walter Raleigh Douglas, organizó el movimiento scout y fundó la tropa San Sebastián, la más antigua de Venezuela, y ya en 1927 constituyó la Asociación de Boy Scouts del Zulia. De allí el movimiento se extendió a los estados Carabobo, Miranda, Lara y Caracas, para después esparcirse por todo el país. Ya en 1936, y por gestiones del Dr. Enrique Tejera G., Ministro de Educación Nacional para la época, el General Eleazar López Contreras, presidente de la república, incluyó en su programa de gobierno el apoyo a los Boy Scouts, según aparece en la Gaceta Oficial Nº 18886 del 21 de febrero de 1936.

 

Experiencia ambiental educativa

La amplitud en la experiencia educativa del grupo scout ha permitido que los jóvenes se incorporen masivamente dado que el movimiento se adapta a las diferentes culturas locales, la madurez de los grupos y la paleta diversa de sus intereses. Desarrollar la experiencia educativa al aire libre, en contacto directo y profundo con la naturaleza constituye un marco idóneo para desarrollar habilidades personales, los sentidos, la estética y la sensibilidad valorando lo esencial, sociabilizando, estrechando lazos personales, profundizando en el ser interior, adquiriendo responsabilidad individual y grupal, y sobre todas las cosas recibiendo constantemente lecciones que nos ubican como raza humana en la escala del universo, dimensionándonos y abriéndonos el camino hacia lo que es trascendente.